martes, 2 de junio de 2009

RECUERDOS DE MI INFANCIA (PRIMERA PARTE)

A partir de ahora, publicaré "Recuerdos de mi Infancia" en breves capítulos. Abarca los primeros 10 años de mi vida (1929-1939). Nací en plena depresión económica mundial, y hoy, 80 años después, estamos atravezando una crisis económica, que afecta a todos los países de la tierra.
Espero que les resulte de interés.
Hugo

Dedicado a mis descendientes

“La piel se arruga
el pelo se vuelve blanco.
Los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambió:
Tu fuerza de convicción
no tiene edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña,
detrás de cada día, detrás de cada línea de llegada ¡hay una partida!
Detrás de cada logro hay otro desafío,
mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo…
Sigue.
Aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en vos.
Haz que en vez de lástima te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota;
cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa un bastón.
Pero nunca te detengas.”
Mario Benedetti (Escritor uruguayo)

Prólogo
Este breve relato histórico, abarca una década: Desde 1929, año en que nací, hasta 1939, año en el que experimenté mi segundo nacimiento: bautismo por inmersión en el Río de La Plata, el día 10 de diciembre. Después del fallecimiento de mi hermano Rolf, el 17 de diciembre de 2006, me di cuenta que yo era el único sobreviviente activo de aquella primera generación de miembros y sentí que era mi responsabilidad registrar las circunstancias de vida en aquéllos días en que, para asombro de todos los vecinos, se mudaron al barrio, cuatro jóvenes norteamericanos: Ross Holland, Lavon Flake, Verlen Smith y James A. Mortensen, en el mes de octubre de 1937.


Capítulo Primero
1929-1939

Mi Familia
Tuve una niñez feliz, criado por buenos padres y con un solo hermano, Rolf, casi cinco años mayor que yo y mi referente por aquéllos años. Mi padre Rafael, un albañil frentista y mi madre, María Falchi, ocupada en los quehaceres del hogar. Ambos con educación primaria incompleta, pero suficientes para cumplir con sus obligaciones y afrontar la gran depresión económica mundial que comenzó en el año 1929, precisamente cuando yo nací (26 de junio). Trabajo, responsabilidad y honestidad en el trato con los semejantes, fueron el legado principal que recibí de ellos. Fui criado en una época en que, para la mayoría de las personas, “la palabra era un pagaré”. De los abuelos, sólo conocí a los padres de mi madre: Lucio Falchi y Dominga Badone. Lucio era de origen italiano, pero argentino, había nacido en Saladillo, Provincia de Buenos Aires. En cambio ella había llegado de niña de Italia con sus padres. Los visitaba casi todos los días porque vivían muy cerca de casa, en la calle 67 Nº 1290 (e) 20 y 21. Mi abuela estaba paralítica y postrada en un sillón; el abuelo se ocupaba de la comida para los 8 hijos solteros que vivían con ellos y cuidaba y aseaba a la abuela. Eran muy amorosos conmigo. A los abuelos paternos, Rocco Vicenzo y Catalina Pagano, ambos italianos, no los conocí. Llegaron siendo jóvenes y se casaron en Buenos Aires.

1 comentario:

  1. Abuelito
    es increíble la distancia entre tu infancia y la de Valentina!!!
    parece mentira, son realidades totalemtne diferentes
    Mientras que por tu casa pasaba el lechero, valen (4 años) mira mira videos on-line, jajaj
    sos un testimonio viviente de q no era un mito, LA GENTE VIVÍA SIN TELE (y sin heladera!!!!jajaja, y sin microondas...y podría seguir)
    besitos abu
    nos vemos prontito

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